El perfil profesional del gerocultor.
El auxiliar de geriatría como pilar fundamental en la atención residencial.
La calidad de los servicios es lo que nos permite ofrecer
una asistencia que supera la media de los estándares del resto de operadores en
el sector.
En las Residencias del Grup Atlàntida apostamos por la excelencia para
mejorar la calidad de vida de las personas mayores, independientemente de su
nivel de dependencia. Para ello contamos con un equipo humano formado por más
de 120 personas que con su preparación y formación en patologías tan diferentes
como el Alzheimer, el Parquinson, las enfermedades vasculares o trastornos de
origen traumático pueden dar una atención integral y personalizada a nuestros
residentes.
El pilar fundamental de
nuestros centros es la calidad tanto profesional como humana de nuestros
profesionales, pero fundamentalmente del personal cuidador. Las/os auxiliares
son las personas que están mas cerca de los residentes y hacen que su estancia
en nuestras residencias sea una grata experiencia.
La palabra cuidador tiene
diferentes acepciones:
·
la RAE lo define como la
persona que cuida o muy solicito y cuidadoso.
·
Florez Lozano (1997), define
al cuidador como aquella persona que asiste o cuida a otra afectada de
cualquier tipo de discapacidad, minusvalía e incapacidad que dificulta o impide
el desarrollo normal de sus actividades vitales o de sus relaciones sociales.
·
Etimológicamente la palabra
cuidar viene de “cogitare” que se compone de “co” (acción conjunta y global) y
“agitare” (poner en movimiento), que tiene su raíz en “agere” (llevar adelante,
hacer avanzar, mover, actuar, tratar).
Y podríamos quedarnos
simplemente con la etimología de la palabra para hacer una definición que se
adaptaría más a nuestra concepción actual del rol de “cuidar”.
El cuidador es la persona
que de forma conjunta y global hace avanzar, lleva adelante, actua, trata y
acompaña. En nuestro caso formamos un equipo de personas que compartimos unos valores disponemos de una experiencia y
formación que a través de unas buenas
prácticas llegamos a conseguir un objetivo
común.
Respecto a las funciones que
realizan nombraremos las que nos marca el convenio colectivo actual
Gerocultor/a:
Es el personal que, bajo la dependencia de la dirección del centro o
persona que se determine, tiene como función principal la de asistir y cuidar a
las personas usuarias en las actividades de la vida diaria que no puedan
realizar por sí mismas y efectuar aquellos trabajos encaminados a su atención
personal y de su entorno.
Guardará absoluto silencio sobre los procesos patológicos que sufran las
personas usuarias, así como cualquier asunto referente a su intimidad, y
siempre actuará en coordinación y bajo la responsabilidad de profesionales de
quienes dependan directamente.
Entre otras sus funciones son:
1.
Higiene personal de las personas usuarias.
2.
Según el plan funcional de los centros, debe efectuar la limpieza y
mantenimiento de los utensilios de las personas usuarias, hacer las camas,
colaborar en mantener ordenadas las habitaciones, recoger la ropa, llevarla a
la lavandería y encargarse de la ropa personal de las personas usuarias
3.
Dar de comer a aquellas personas usuarias que no lo puedan hacer por sí
mismas. En este sentido, se ocupará igualmente de la recepción, distribución y
recogida de las comidas a las personas usuarias.
4.
Realizar los cambios de postura y aquellos servicios auxiliares que de
acuerdo con su preparación técnica le sean encomendados.
5.
Comunicar las incidencias que se produzcan sobre la salud de las personas
usuarias.
6.
Limpiar y preparar el mobiliario, materiales y aparatos de botiquín.
7.
Colaborar con el equipo de profesionales mediante la realización de tareas
elementales que complementen los servicios especializados de aquellos, en orden
a proporcionar la autonomía personal de la personas usuarias y su inserción en
la vida social.
8.
Atender, siempre dentro de las pautas que marquen la dirección y el plan
funcional, a familiares de las personas usuarias y colaborar a la integración
de estas en la vida del centro.
9.
En todas las relaciones o actividades con las personas usuarias, procurar
complementar el trabajo asistencial educativo y formativo que reciban de los
profesionales.
10.
En ausencia de ATS/DUE podrá hacer la prueba de glucosa, utilizar la vía
subcutánea para administrar insulina y heparina a los usuarios, siempre que la
dosis y el seguimiento del tratamiento se realice por personal médico o de
enfermería.
En general todas aquellas actividades que no habiéndose especificado antes
le sean encomendadas y siempre que estén incluidas en el ejercicio de su
profesión y preparación.
Esta lista que parece muy
extensa y completa no es ni una cuarta parte de las tareas que realiza
realmente el/la Gerocultor/a. La mayoría de estos puntos están contemplados des
de una antigua visión asistencial, donde los auxiliares no tienen ningún poder
de decisión y se limitan a ejercer las funciones marcadas como, proporcionar un entorno seguro,
satisfacer las necesidades básicas ( alimentación, vestir, higiene,
acompañamiento etc..) y ofrecer asistencia física de forma competente.
Actualmente tenemos una
visión mucho más amplia de lo que debe ser el cuidado de personas, tengan o no
tengan demencia. Trabajamos con el modelo de “Atención Centrada en la
Persona” entendiendo que la atención debe ocuparse de mantener y mejorar la
condición de persona. Proporcionamos un entorno seguro, satisfacemos las
necesidades básicas y ofrecemos asistencia; siempre considerando la singularidad de cada persona,
comprometiéndonos a atender sus necesidades psicológicas para mantener el
bienestar personal en su vida cotidiana. (Tom Kitwood,1997. Reconsiderando la
demencia).
Esta
lista que parece muy extensa y completa no es ni una cuarta parte de las tareas
que realiza realmente el/la Gerocultor/ay estan contempladas desde una vieja
cultura de atención asistencial donde el cuidador se ocupa de cuestiones como
proporcionar un entorno, seguro y satisfacer sus necesidades básicas (
alimentación, vertir, higiene, acompañamiento ...etc) y ofrecer asistencia
física de forma competente.
Actualmente
tenemos una nueva visión de lo que debe ser la atención a las personas tengan o
no demencia. Basandonos en “ La atención Centrada en la Persona” entendemos que
la asistencia debe ocuparse principalmente de mantener y mejorar la condición
de persona. Proporcionar un entorno seguro, satisfacer las necesidades básicas
y ofrecer asistencia , siempre considerando la singularidad de cada persona
comprometiendonos a tender sus necesidades psicológicas para mantener el
bienestar personal en su vida cotidiana. ( Tom Kitwod, 1997. Repensant la
demencia)
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